jueves, 25 de octubre de 2012

CATALUÑA ¿SOLUCIÓN FINAL?



RESPONSABLES ANTE DIOS Y LA HISTORIA


Sr. Mas, Sr. Pujol, y todos los adelantados de esa región española que es Cataluña. Mal uso han hecho ustedes de la concesiones que les hizo el Estado Español para que tuviesen ustedes los catalanes la supremacía en los terrenos de la cultura, industria y comercio, etc.

Los catalanes (nacionalistas o no) son industriosos y emprendedores, y eso lo reconoce todo el mundo sin vacilar. Hay prebendas y otros privilegios que se les han concedido y que les han hecho creerse el ombligo del mundo y despreciar olímpicamente a los demás españoles. Luego, naturalmente, se quejan de que no le queremos.

Claro que les queremos como podemos querer a los gallegos, castellanos, andaluces y todos los que forman parte de esta España, viejo país de Europa de hace siglos y que ustedes se empeñan en romper. Tengan en cuenta que la misma poderosa Alemania, existe como nación desde 1870.

Naturalmente ante esa postura y tanta gilipollez de unos (pocos o muchos), los demás se cabrean y salen por los cerros de Úbeda, echando sapos y culebras contra el sinnúmero de ofensas que lanzan sobre todo lo español.

Ahora pretenden, diciendo que Cataluña no es España, que España misma sea lo que ustedes tienen metido en la cabeza, y adonde han llevado a multitud de catalanes que piensan de manera distinta de ustedes. Ellos no tienen derecho, sino a plegarse en todo a lo que ustedes quieran.

¿Cuanta prosapia se necesita para ser catalán? Los apellidos catalanes son buenos (según ustedes) y los de otros lugares no, aunque lleven tres generaciones viviendo y trabajando allí. Los Jiménez, Bermúdez, o simplemente Nuños, no les valen a ustedes.

Estos están reservados para la “solución final”, ejercida sobre los demás españoles, y sobre los catalanes que no comulgan con sus ruedas de molino; que se exponen a comerse la misma basura que está reservada para ustedes, los dirigentes malignos que no velan por Cataluña, sino por sus privilegios y sus veleidades políticas y económicas.

Hagan lo que quieran que los demás no se van a consentir. De todas formas los años pasarán y la muerte nos aguarda a todos. Posiblemente, dentro de trescientos años, la humanidad haya progresado o se haya deshecho, pero ustedes van a pasar por un juicio duro, por la misma responsabilidad que ustedes mismos se atribuyen.

¿Creen ustedes que no va a haber muertos en esta operación “independencia”? ¿Tan ciegos están? ¿Tan poco aprecian ustedes al pueblo catalán al que van a llevar a la ruina y a la mediocridad si por casualidad y a pesar de los forcejeos que no serán flojos consigan la espantosa “solución” que pretenden? ¿No se acuerdan de Hitler?

¿Qué hay muchos catalanes que desean la independencia? Como si son todos. También muchos alemanes querían a Hitler y a sus ambiciones. Ya ven lo que logró. Y eso que al principio llevó a Alemania a la prosperidad, lo cual no ven los catalanes en ustedes.

Este pedazo de España, es español, y no se lo llevarán de “rositas”, porque hay mucha gente dispuesta a que eso no suceda. Ustedes serán responsables de las muertes y de los desabrimientos, que ya sufren todos los españoles de cualquier región.

Hay un Tribunal más alto y más riguroso, que les juzgará por todo esto. Esta locura que hace poner el miedo en el corazón de vuestros hermanos. Las razones económicas, viscerales, amor al terruño, etc. no harán que estas les sean de atenuantes ante el Trono de Dios.

Allí darán ustedes cuenta de esta locura colectiva que ustedes han venido alimentando para perdición de su pueblo. Allí daremos todos cuenta de nuestras obras, y ustedes no se salvarán, ni merecen el honor de ser llamados cristianos.  Como todos los grandes, que hicieron tanto daño a las naciones con su codicia y su orgullo.


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