martes, 20 de noviembre de 2012




Tomado de INTERECONOMÍA  7 DE MAYO 2010 


Un hombre muy poderoso

que vivía en un palacio,

rodeado por ministros

con abundantes salarios

que le reían las gracias

y celebraban su encanto,

se llamaba Zapatero

y estaba muy preocupado.




Tras años de gran bonanza

y de boom inmobiliario,

tras presumir por el mundo

de nuestro modelo patrio,

nuestra inflación, nuestro PIB

nuestra deuda con los bancos

nuestro cine, nuestro sol

nuestro fútbol estrellado

(porque cuando él gobernaba

llegó Cristiano Ronaldo

y ganamos la Eurocopa

después de pasar los cuartos

con paradón de Casillas,

sin Raúl González Blanco)

tras todo eso que menciono

(no sigo, que me atraganto)

Vinieron las vacas flacas

y con ellas, -¡al carajo!-

se fue la prosperidad,

la mariscada del sábado,

el pisito en Benidorm

y el Rolex pagado a plazos.




Así, la bolsa se hundió,

los inversores marcharon

adonde no les mintieran

ni dieran por liebre gato.



Y entonces surgió el rumor

el comentario infundado

que aunque no sea verdad,

del mismo modo hace daño.


"España está en quiebra, dicen,

pues Grecia la ha contagiado,

necesita otra inyección,

cuanto antes, de lo contrario

tememos su bancarrota

a corto o a medio plazo".



Al saber tal, ZP

furioso alzó las dos manos,

se rasgó las vestiduras

y entonces dijo clamando:

¡Soy ZP el justiciero!

El Atila de los Bancos

el Lenin de Wall Street

y de la Iglesia el Juliano.


¿Cómo se atreven los brokers

a intentar doblarme el brazo?

¡Necios especuladores,

fachas, bribones, marranos!

Oídme bien, sanguijuelas

y capitalistas varios:


España nunca se rinde


mientras yo mantenga el mando.


Saldremos de ésta unidos

si es preciso de la mano.

Ved, si no, cómo la ofrezo

a mi colega Mariano 

al que veré en La Moncloa

para preparar un pacto

sin meternos en recortes

ni reducir funcionarios.




Tras su anuncio vehemente

y taxativo alegato

sonó el teléfono, y era

la inconfundible Salgado.



¿Qué tal estás, Elenita?

-contestó Zapatero, ufano-


¿Me has visto en televisión

portándome como un bravo

y parándole los pies

a todos esos bastardos?




Sí lo he visto, presidente,

-dijo la vice del ramo

que llaman Economía-

Justo por eso te llamo:

Eres un crack, José Luis,

fulminante, como un rayo:

en cuanto has dejado de hablar

se han hundido los mercados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario